"VHF en JKOO" o " El nuevo mástil con carbono de 5V7GL"
Nuestros Proyectos en Africa: Togo
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Constitución: 12 de septiembre de 1995
Inscripción Registro Nacional: 25 de octubre de 1995
Número nacional: 160.003 - CIF G 81295032
Radioaficionados sin fronteras
radioaficionados sin fronteras

(radioamateurs without frontiers - radioamateurs sans frontieres)
Dapaong es una pequeña ciudad en el noroeste de Togo. "Ciudad' porque es la capital del distrito de Savanes, que no por el asfaltado de sus calles ni por el lujo de sus "edificios".

Tamí, en cambio, ni siquiera tiene calles. Es un trozp de sabana africana salpicado de grupos de viviendas, que no casas, hechas con barro y paja en grupos de tres a seis cabañas redondas unidas por un murete que las abraza. Es otro trozo más del Africa olvidada. Y hasta diría que olvidada por suerte para ellos; no tienen una guerra que les anuncie en nuestras portadas. Su situación cotidiana no interesa.

En Dapaong y Tamí viven y trabajan un grupo de cooperantes y misioneros españoles, entre ellos 5V7GL. Jesús, buen conocedor de lo que significa la radio en un entorno así, solicitó ayuda para enlazar estos dos puestos donde los hermanos de La Salle desarrollan, entre otras, una intensa labor educativ a en escolarización de niños y jóvenes y en formación de adultos.

Su cercanía a las fronteras de Burkina Faso y Ghana les ha hecho presa fácil de varios robos, algunos con violencia, cometidos por bandas que fácilmente recorren los pocos kilómetros que les separan de unas fonteras que les dan refugio. La radio les ayudaría a mantenerse en contacto con sus bases ante cualquier eventuaridad y hasta serviría como elemento disuasorio.

R.S.F. decidió enviar a uno de sus socios para instalar dos equipos completos de VHF, uno en cada misión, así como para reforzar con una nueva antena el enlace con EA en HF.
Una vez sorteados los primeros obstáculos en la aduana del aeropuerto de Lomé, y recorridas las 12 horas de carretera infernal que separan la capital de Dapaong, al llegar aquí lo primero fue decidir la ubicación de las antenas. Los techos de chapa metálica no soportan pesos, los árboles son abundantes y a menudo, como casi todo en Africa, desmesurados. Al final se encontraron sitios que cumplían los requisitos de dirección apropiada, pocos obstáculos, facilidad de montaje y desmontaje y discreción, esto último obligatorio en una zona en constante ebullición socio-política..

Lo segundo fue recorrer el mercado y algunas tiendas "especializadas", para decidir con qué y cómo se harían los soportes. Vistas las existencias, se decidió poner nuestra confianza en unos robustos tubos de acero galvanizado de 2 pulgadas que, según el almacenista, sólo valian para llevar agua

Para las fijaciones, la única opción era la confianza en las habidades bricoleras del herrero. Dicho y hecho tras un par de horas de pegar saltos en el asiento de su Vespa visitando tiendas y desguaces, Pascal se retiró a su taller provisto de llanta de hierro, unos trozos de tubo, varilla roscada y tornilleria variada. A la mañana siguiente apareció sonriente con tres perféctas piezas en forma de "h"que encajaron sin problema en la columna de la casa de Dapaong.
Para Tamí la solución era más sencilla, a base de "t" de hierro (obtenida de una vieja cama) empotrada en la pared.

Pero faltaba el toque mágico del Africa siempre sorprendente. Todo ello no funcionaba porque sí. El elemento misterioso venía en la factura; junto a los metros de tubo y de llanta y de varilla, aparecían 2 hermosos kilos de carbón. Intrigados por la idea de alguna extraña aleación del herrero-alquimista se le preguntó por aquello y la explicación estuvo a la altura de las circunstancias, El carbón era el que había necesitado para doblar en la forja unos trozos de llanta hasta convertirlos en las impecables guias por donde el tubo-mástil se deslizaba suavemente hasta la posición deseada. Artesanía al limite.

Solucionados los mástiles, el resto fue coser y cantar. Las antenas, suficientes para enlazar con 5 vatios las dcs misiones, aseguraban también la cobertura en todo el trayecto a futuros portátiles, Los equipos, pequeños pero sobrados de potencia, no eran gran carga para las baterías alimentadas con paneles solares.